Paris Hilton se presentó esta madrugada a su primer día de
trabajo en la isla de Ibiza en Rolls-Royce, justita de pedrería, un pelín tarde
y con el maletín cargado de replicantes.
Paris Hilton se ha enamorado ahora de un multimillonario
suizo, Thomas Gross, de 39 años, pero tan en serio que ha sumado a sus 17 líneas
de productos la ropa para niños. "Mis gustos y mis intereses cambian
constantemente", se disculpa. Pero la prensa inglesa hablaba esta semana
de una auténtica metamorfosis, del fin de la reina de las celebritys, tras contemplar a la Hilton menos excesiva y más
melancólica de todos los tiempos en la boda de su hermana Nicky en el Palacio de Kensington. "Trabajo porque me gusta, creo
que tenemos que trabajar más y pensar menos en la crisis económica",
apunta la creadora de la fiesta espuma y diamantes.
Más de 5.000 clubbers vibraron esta madrugada con los ritmos
aportados por Paris y su dj supletorio, muchos de ellos portando luminosos que
se repartieron con el nombre de la celebrity, en una sesión de algo más de dos horas
que concluyó con el habitual magreo en baño de espuma en medio de la pista,
principal reclamo de la fiesta.
Paris colgó en Instagram su "orgullo" por poder
pinchar en la misma isla que los djs más importantes del mundo, y cuyo
reconocimiento le sigue negando la industria, incluido el dj de Pacha y primer
teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza Joan Ribas, por Guanyem, que
la llamó fake incluso antes de cerrar su pacto de gobierno "Esto es lo que me gusta hacer, cuando me subo a la
cabina y veo a la gente feliz me emociono, he estudiado muy duro para estar
preparada, me sorprende que haya mucha gente que diga cosas malas de mi sin
saber ni siquiera lo que hago y sin conocerme", explica Paris sin conocer
tampoco a Joan Ribas o lo que dijera éste.
bien
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