Alejandro Fernández dio gracias por la “nueva
oportunidad” que le dio la vida, ya que la semana pasada sufrió un accidente
automovilístico, al dirigirse al público que asistió en a su concierto en el
que dio el tradicional “grito” de independencia desde la ciudad de Las Vegas, con la ayuda de un bastón, Fernández inició la
presentación, que se extendió hasta la madrugada, agradecido de “volver a los
escenarios” después de haber enfrentado un susto muy fuerte, “Este concierto lo
voy a dedicar primero que todo a Dios, porque me ha regalado de nuevo la vida”,
aseguró el cantante, de 44 años.
Con un lleno total en el auditorio del complejo hotelero Mandalay Bay, “El Potrillo” deleitó a su público al que pidió como “condición” que le ayudara con las canciones, según reportó el diario La Opinion, de México, “Como entenderán no puedo estar mucho tiempo parado, ni de un lado para otro”, dijo Fernández antes de empezar una tanda de tres canciones sentado y a unísono con el público. Fernández, ofreció un repertorio de boleros y rancheras, recorrió una y otra vez el escenario, bailó y, en realidad, sólo un par de veces usó el bastón, sin dar detalles del accidente, ni de las heridas que sufrió, Fernández repitió una y otra vez el agradecimiento a Dios por darle una nueva oportunidad, lo mismo que al apoyo de su familia y al cuidado de los médicos que lo atendieron, “Quiero agradecer a mis padres y a mis hijos, que son mi motor”, expresó el cantante, que entusiasmado y vestido de charro hizo el tradicional “Grito de Independencia” tras las campanadas oficiales de la gran fiesta.
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